El crecimiento de esta industria es exponencial en todo el
mundo. Esto obliga a las empresas a participar de una carrera tecnológica y a
reformular en forma constante sus estrategias comerciales para captar a
usuarios cada vez más exigentes
Los proveedores de servicios ("telcos"), que viven
una revolución sin precedentes gracias al ambiente disruptivo en el que se
mueven, buscan proporcionar una infraestructura acorde a una realidad que
evoluciona cada vez más hacia la conectividad, al tiempo que diseñan
estrategias y nuevos modelos de negocio.
En la Argentina la industria de la tecnología de la
información y las comunicaciones (TIC) movió en 2017 más de u$s16.000 millones,
de los cuales u$s6.000 millones correspondieron a las tecnologías informáticas
y alrededor de u$s10.000 millones a las telecomunicaciones.
Debido a la importancia del sector, la consultora KPMG
elaboró un informe especial, “Impacto de las tecnologías disruptivas en la
Argentina. El caso de las telcos”, al que tuvo acceso iProfesional.
Entre sus conclusiones se afirma que “las telcos deben
definir cuál es la estrategia que desean seguir y en qué tipo de empresa desean
transformarse, conociendo de antemano que el modelo actual no perdurará”.
La investigación plantea los siguientes interrogantes en
referencia a estos proveedores:
- ¿Se centran en el contenido?
- ¿Cambian el foco hacia los clientes corporativos?
- ¿Deciden especializarse como simples operadores?
“Las decisiones deben pasar por el armado estratégico de una
cartera de inversiones en tecnologías disruptivas que, acorde a sus objetivos,
las defina y permita ser más productivas y eficientes en aquello a lo que
finalmente decidan evolucionar”, advierte el informe.
El trabajo describe la evolución de la industria a nivel
internacional y su correlación con el desarrollo local. Al delinear la
situación del sector en el mundo cita datos de la Unión Internacional de las
Telecomunicaciones (UIT), que cuentan que el número de personas que utilizan
Internet ha crecido en forma significativa en los últimos diez años, pasando de
1.550 millones en 2008 a un estimado de 3.600 millones para 2017, en los países
en desarrollo.
Aunque está lejos de la cifra promedio alcanzada por los más
desarrollados (80%), la penetración de esta tecnología ha llegado al 40% de la
población.
El número de suscripciones de telefonía móvil ha pasado de
4.000 millones a más de 7.700 millones en la última década, y la banda ancha se
han duplicado a nivel global (de 411 millones a más de 970 millones) y
cuadruplicado en los países en desarrollo en igual período.
“De igual manera, la cobertura de las redes móviles (3G o
superiores) ha crecido rápidamente hasta cubrir en la actualidad a más del 80%
de la población (de hecho, la cobertura de red 4G/LTE llegó al 50% de la
población en 2016)”, señala el informe.
En tanto, se espera que el despliegue de la tecnología 5G
coincida con el boom de desarrollo de una de las tecnologías disruptivas a la
que los especialistas le adjudican mayor futuro: la Internet de las cosas (IoT,
sigla en inglés).
“Si bien incipientes,
la complementariedad de estas dos tecnologías potenciará sus resultados. La IoT
busca interconectar digitalmente a todos los objetos y dispositivos de uso
cotidiano con Internet (desde una heladera, pasando por una luminaria, un libro,
una pulsera o un par de zapatillas hasta nuestro automóvil)", indica el
estudio.
Y agrega: "Las redes 5G (que se estima cubran alrededor
de 1/3 de la población para 2025), al dar soporte a una inmensa red de
dispositivos, incrementarán exponencialmente el desarrollo de la IoT".
Flexibilidad o caída
En cuanto al mercado argentino, en el estudio de KPMG se
señala que “en un contexto donde se observa un importante avance en todos los
indicadores de desarrollo TIC locales y en donde, además, se busca encuadrar
este crecimiento dentro un conjunto nuevo de normas que favorezcan aún más ese
desarrollo, se sientan las bases para que las tecnologías disruptivas sigan
cambiando mercados o creando nuevos”.
“Dada esta nueva coyuntura, las empresas deben ser flexibles
y adaptarse continuamente al cambio que éstas tecnologías proponen”, dice el
trabajo.
El informe agrega luego que “se espera que las políticas
públicas, en conjunto a una nueva ley de comunicaciones convergentes apoyada en
los principios mencionados y que propenda a la convergencia y al desarrollo de
las telcos en tándem con la tecnología informática, profundicen la inclusión y
uso de las TIC".
Según KPMG, lo anterior llevará a "un mayor crecimiento
de éste y otros mercados y afectará, casi en paralelo, a la conectividad (de
las personas y los objetos), reduciendo así las brechas analógica y
digital".
La investigación afirma que de confirmarse en la Argentina
la tendencia de crecimiento de la conectividad y la reducción de la brecha
tecnológica, “los usuarios serán cada vez más expertos, exigentes y
productivos, haciendo de estas tecnologías un bien esencial tanto para la vida
económica como social".
Y agrega que así se "fomentará la rápida adopción e
inserción de las tecnologías disruptivas y la inversión de las empresas en las
mismas (principalmente, pero no exclusivamente, de las telcos)".
En otras palabras, “la curva de aprendizaje relacionada de
manera inherente a estas tecnologías se acortará con cada ciclo disruptivo,
transformando no sólo la demanda de estos bienes y servicios (que los
incorporará casi de manera inmediata) sino su oferta (que vacilará menos en
cuanto a los fondos de inversión destinados a estos bienes, al reducirse el
riesgo y mejorar los márgenes de ganancia asociados a éstos)".
A pesar de las dudas que puedan surgir respecto a la
adopción de estas tecnologías, la transformación experimentada por los mercados
que las telcos atienden, se ha convertido en el impulso que necesitan las
empresas para dar el paso siguiente. Además, el nuevo panorama les permite
entender que "de no adaptarse, quedarán rezagadas corriendo el riesgo de
mutar en simples ‘dumb-pipes’”.
El hecho de que los consumidores han virado más pronto que
tarde a esta nueva realidad impulsando la demanda de servicios basados en
Internet, “ha dejado a las compañías de telecomunicaciones en una situación
incómoda".
Por eso el informe advierte que "para mantenerse
relevantes" las telcos se ven obligadas a "incrementar sus
inversiones en infraestructura y aumentar la capacidad de una red que es
sistemáticamente utilizada en mayor proporción por los nuevos
actores/competidores del sector (es decir, los proveedores de servicios OTT)”.
A lo anterior debe sumarse el hecho de que, en comparación a
otros actores, las telcos operan en un marco fuertemente regulado y deben
cumplir con objetivos de rendimiento (para sus accionistas); lo que refleja, a
priori, el gran número de obstáculos al desarrollo que deben enfrentar estas
empresas.
Es por ello que no resulta sorprendente, para KPMG, que
varias estén migrando hacia empresas de Internet y contenidos, siendo ejemplos
claros los casos de Telefónica, Verizon y AT&T.
Fuente: Abogados Tucumán